El bloqueo de las negociaciones y un caos considerable en los alrededores de los recintos de la cumbre sobre el Cambio Climático de Copenhague arrojaban pocas expectativas de una clausura exitosa sobre la reducción de gases de efecto invernadero.
Los países en desarrollo acusaron a las naciones ricas de falta de voluntad para negociar un tratado que fije la financiación de medidas para combatir el cambio climático.
Pero el ambiente se caldeó más por un texto que hizo circular Estados Unidos en el que no aparecían las fechas en las que debe moverse la reducción de gases de efecto invernadero, lo que obligaría negociar a partir de cero un tratado vinculante que fije cuotas y porcentajes concretos de los recortes.
A estas alturas, se daba por descartado un acuerdo vinculante en la cumbre.
La conferencia ha estado acompañada de ruidosas manifestaciones a cargo de seguidores de organizaciones ecologistas.