Para la inmensa mayoría de los panameños la Navidad se traduce en comprar cuanto nos dé el bolsillo, en un hermoso árbol navideño ricamente decorado con cientos de luces, rodeado de un creativo nacimiento y muchos cajas envueltas en papel de regalo, que serán entregadas la noche buena a los más pequeños de la casa.
Pero, no todos los panameños siguen este patrón para celebrar las fiestas navideñas y éste es el caso del pueblo de Garachiné, en la costa pacifica de la provincia del Darién.
Aquí la Navidad tiene otro sentido, un sentido tan profundo que su celebración le ha dado identidad cultural a este pueblo lleno de gente alegre y trabajadora.
SU SIGNIFICADO
El Bunde en una manifestación festiva de carácter religioso y popular en el que todo el pueblo de Garachiné le baila y le canta a la llegada de niño Dios y que se extiende desde el 8 de Diciembre hasta el 6 de enero, preparada especialmente para los niños y que reviste un profundo sentido de unión, en el que participan todos los integrantes del pueblo.
De acuerdo a investigaciones realizada por la periodista panameña, Eunices Meneses el termino "Bunde" parece provenir de la lengua africana "wunde", que son cantos tradicionales africanos de Sierra Leona y que para los tiempos de la colonia ya se definían como bailes populares que convocaban grandes cantidades de "bailadores bundeleros"
SU HISTORIA
Según nos contó una de las organizadoras del Bunde, la señora Nívia Franco, originaria y residente del pueblo de Garachiné, el Bunde como manifestación de su pueblo se originó hace siglos atrás, cuando la señora Mocha Dolores encontró la figura del Niño Dios en las corrientes del río San Antonio, quien conjuntamente con su hijo Faustino Arrocha y otros miembros del pueblo le compusieron las tonadas para festejarlo, hecho que hace única esta expresión en todo el país y que reviste de un profundo orgullo a todos los moradores de este pueblo.
DESARROLLO DE LA FIESTA
La fiesta del Bunde se da en Garachiné desde el 8 de Diciembre, momento donde los lugareños inician la labor de recoger las limosnas, que pueden ofrecerse en efectivo o en especies, es decir en granos, frutas, verduras o cualquier producto que se tenga bien a ofrecer, los cuales son vendidos a costos módicos, con lo que se sufragará parte de lo que se vaya a ofrecer cada noche de fiesta. Pero, según la tradición solicitar las limosnas conlleva algunas normas como por ejemplo, quienes las solicitan deben señoritas, y al momento de hacer la petición deben decir: "Una bendita limosna para el Niño Dios de Belén" y al recibir la misma deben contestar "Que Dios le aumente sus bienes".
Además se ha de escoger a los padrinos, quienes también correrán con los gastos que representa ofrecer dulces, refrescos y demás platos que han de repartirse los niños cada noche de Bunde. La última casa es visitada el día 24 en horas de la mañana.
Igualmente el día 8 de diciembre se decora un hermoso "nicho" donde reposará la figura del Niño Dios, en la rresidencia de un miembro respetado del pueblo, llamado también mayordomo y quien ofrece su casa, que será la sede de la celebración del Bunde. Para iniciar el festejo se necesita a los músicos con sus respectivos instrumentos que son un tambor, un cajón tocado con un par de baquetas y una maraca; acompañado de la voz de una cantalante, quien rompe la noche cantando "Ven Señor, Ven Señor, Señor te esperamos", mientras que el coro contesta "Ven Señor", simbolizando la futura llegada del Señor de los cielos
EN NOCHEBUENA
Para asegurar la celebración del Bunde se requiere de una familia unida en matrimonio o mujer en estado de viudez que gocen de buena reputación, quienes tienen la tarea de custodiar la figura del Niño Dios todo el año. El día 24 en horas de la mañana la figura del Niño Dios es llevada por los organizadores de la fiesta a la casa de un matrimonio formado cristianamente, de manera secreta.
Cercana la noche el pueblo se reúne en la casa donde previamente se ha preparado el nicho, bailando y cantando, hasta las 12 de la noche. . En el trayecto los fieles cantan y portan velas en lo que parece una procesión y la voz principal o interpreta un Bunde, en el cual se hace alusión a la llegada del Niño Jesús y como éste rompe los cielos para llegar hasta los hombres. En este momento el matrimonio que ha custodiado el Niño durante el día procede a entregar la imagen a los padrinos, que estarán a cargo del mismo, durante toda la fiesta, con estas palabras:
Tome señora esta rosa /que de mis manos se eofrece/, quisiera que fuera de oro/ como usted lo merece.
Mientras que quien recibe niño debe contestar: Oh! Rosa de Alejandría tan linda es este día hoy te recibo en paz y en alegría.
Luego la procesión regresa a la casa del mayordomo presidida por la mujer que ha recibido el Niño, donde se inicia la ceremonia de adoración. En este momento se verifican las loas, que son la declamación de villancicos y versos aprendidos especialmente para la ocasión. Una vez culminada esta parte de la ceremonia se pasa a la realización del baile de la bámbara que es un baile de reverencia, mientras cantan en coro el siguiente soneto:
Ay la bámbara nueva yo no la sé ay la bámbara nueva yo no la sé Ay daré una vuelta y me sentaré ay daré una vuelta y me sentaré...
Luego de pone al Niño Dios en su nicho, y se inicia la fiestas, en la cual se canta y se baila durante toda la noche .
FIN DE LA FIESTA.
La celebración del Bunde se extiende hasta el 6 de enero con bailes y cantos todas las noches, hasta llegada la fiesta de reyes donde la celebración se da hasta las 12 medianoche, momento en donde la figura del Niño parte a la casa en la que permanecerá todo el año. Como despedida los fieles cantan la tonada "No se lleven a mi niño", "no se lo lleven" mientras se conforma una rueda y el niño es cargado en modo de baile por cada uno de los que la conforman. Y así pasada la noche y entre el fuego de los cohetes y las luces, los disparos y la algarabía de los creyentes, el Niño se va.
EL BUNDE EN TORRIJOS-CARTER
Desde hace 11 años un grupo de Garachineños, viene celebrando la fiesta del Bunde en la comunidad de Torrijos - Carter, liderados por la familia Murillo. Según nos explicó el señor José Murillo, ante la necesidad de sentirse como en su natal Garachiné, él y sus paisanos concibieron la idea de realizar la fiesta tratando de guardar la tradición lo más pura posible. En los primeros años ellos solos organizaron la celebración, hasta que la iglesia, mediante la pastoral afropanameña, vio la profunda significación religiosa y cultural de esta fiesta y decidió apoyarles. Hoy la fiesta del Bunde en Torrijos-Carter reúne una gran cantidad de público cada 24 de diciembre y siempre tratando de guardar el debido respeto por el sentido religioso del momento.
Eunices Meneses, coordinadora de la pastoral, nos comentó sobre la importancia que para los Garachineños, tiene la fiesta y para ellos ha tomado un sentido más profundo, con el apoyo que la iglesia le ha brindado al movimiento y básicamente se realiza para que los niños la disfruten, aprendan ,y de hecho se asegura su existencia en las futuras generaciones. |