El narcotráfico sigue penetrando las instituciones de seguridad pública. Ahora un comisionado de la Policía Nacional ha sido detenido por su presunta vinculación a una organización dedicada al tumbe de narcóticos y al blanqueo de capitales.
Lo sorprendente de todo es que el oficial en cuestión era blanco de investigaciones desde hace un año y en julio se le había concedido una licencia para realizar estudios superiores. Surge la pregunta ¿porqué no se adoptaron medidas desde entonces?
Ya son varios los casos de elementos ligados a la Policía, la PTJ o al sistema de justicia, que son penetrados por los tentáculos del narcotráfico.
Ya hasta un jefe de Narcóticos permanece detenido por esas causas y se investiga a miembros de la Policía Judicial por la supuesta vinculación al envenenamiento de un superior que realizaba investigaciones de alto perfil en materia de estupefacientes.
Conforme crece el cáncer de la corrupción y la codicia humana, así misma se verán nuevos casos de elementos ligados a los aparatos de seguridad, que aparecerán relacionados a los carteles que mueven cocaína y dinero sucio.
Lo rescatable de todo es que ahora al menos se investiga y se detiene a los sospechosos. Las investigaciones deben profundizarse para ir limpiando poco a poco las instituciones, de lo contrario las manzanas podridas dañarán a las sanas.
Pero el problema del narcotráfico no es sólo a nivel oficial; es más grave en el ámbito privado donde banqueros y comerciantes se prestan para facilitar las operaciones de legitimación del dinero sucio proveniente de la venta de drogas.