Recientemente en nuestra vecina república de Colombia se dieron a conocer las posibilidades de que se legalice el matrimonio entre homosexuales. No estamos hablando de Europa sino de un país latinoamericano cercano y es posible que esa corriente de los grupos gay, llegue a nuestro país, donde se dice que tienen muchas influencias en las esferas públicas y privadas.
La sociedad colombiana ha reaccionado, entre ellos la Iglesia Católica, y no es para menos, ya que nuestros valores cristianos pueden ser sacudidos por este tipo de movimientos.
Recordemos que en nuestros países ya realizan reinados y tienen organizaciones bastante numerosas y constituyen un pequeño núcleo de presión. El matrimonio entre personas del mismo género es amoral y atenta contra nuestra vocación religiosa, en especial para la mayoría católica.
La negación del ser y de la procreación es una antítesis de la naturaleza, que no puede estimularse y establecerse con ello algún tipo de posibilidad para que se concretice este fenómeno.
La sociedad panameña con sus grandes problemas, entre ellos la gran cantidad de hijos nacidos fuera del matrimonio, no debe permitir que este tipo de movimientos de matrimonios entre personas de un mismo sexo, pueda tener algún nivel de aprobación. |