El piloto español Fernando Alonso recibió ayer el premio que le distingue como ganador del Mundial de Fórmula Uno de 2005 durante la gala anual de la Federación Internacional del Automóvil (FIA) que tuvo lugar en Mónaco y en la que estuvo la flor y la nata de este deporte.
Minutos antes de recibir el premio, el más joven campeón del mundo de la historia posó en compañía del príncipe Alberto de Mónaco, anfitrión de la gala.
Vestido con esmoquin y pajarita, el asturiano, sonriente, estuvo acompañado del director deportivo de la escudería Renault, el italiano Flavio Briatore, que también ganó el Mundial de marcas.
La FIA celebró en Mónaco la gala final en la que se premió a los ganadores de los distintos campeonatos mundiales, por lo que en la ciudad del Principado también estuvo, por ejemplo, el ganador del Mundial de rallys, el francés Sébastien Loeb, otro de los protagonistas de la noche.
Antes de este tradicional acto, la FIA había celebrado en Mónaco una reunión del Consejo Mundial del Deporte del Automóvil en la que se tomaron varias decisiones de cara al año próximo.