Los llantos eran desgarradores. Las madres desconsoladas de los estudiantes Manuel Lombardo, Melquisidec Montero y Moisés Frías no paraban de llorar en parroquia de La Pintada, donde ayer se ofició la misa de cuerpo presente de tres de los cuatro alumnos que murieron el miércoles en un accidente, cuando regresaban de una labor social de Piedras Gordas de Penonomé.
El mandatario Martín Torrijos y el ministro Miguel Canizales asistieron alas honras fúnebres. El titular de Educación no soportó el dolor y lloraba al ver la trágica escena de padres aferrados a los féretros de sus hijos. El otro estudiante -José Manuel Mendoza- fue enterrado en las Minas de Tulú.