Hace 25 años un chino con acento madrileño y a veces valenciano llegó de Taiwan con la misión de establecer una relación de colaboración entre la prensa panameña, los periodistas panameños y el gobierno de la república de china en Taiwan y sus instituciones.
Fernando Shu se retira. A sus sesenta y cuatro años y sendas misiones diplomáticas en República Dominicana, Paraguay y Taipei, termina con su segunda vuelta en Panamá, tras una exitosa misión diplomática de cuatro años.
En 1982 le correspondió inaugurar la Oficina del Consejero de Prensa, en lo que fue hasta hace cinco o seis años la sede del restaurante Costa Azul en el área bancaria de la capital.
Este diplomático de amable sonrisa y amplios conocimientos de política panameña ha sido por cinco lustros uno de los arquitectos de la excelente relación política y diplomática que tienen Panamá y Taiwan.
Conoció desde niño los horrores de la separación de Taiwan del Continente Chino, cuando el gobierno democrático del Partido Nacionalista o Kuomitang, hoy en la oposición se instaló en el poder en la isla de Formosa.
Taiwan libra una batalla diplomática frente al poder imperialista de China Popular que insiste en calificar a la isla asiática de ser una provincia, a pesar que sus 23 millones de habitantes eligen su propio Presidente, gobernadores, alcaldes y diputados a través de un sistema electoral de partidos políticos, lo que no ocurre bajo el régimen del Partido Comunista Chino (PPCH).
Fernando se formó en la Universidad Nacional de Chenchi en Taipei y logró su doctorado en la Universidad Complutense de Madrid y posteriormente en Valencia. Desde 1973 Fernando Su sirve al gobierno de su país bajo claros principios de respeto a las ideas de los demás, fortalecimiento de la democracia y ayuda a los países amigos que necesitan conocer y aprender de la experiencia de este tigre asiático.
¿Nos ha ayudado esta relación entre medios de comunicación y comunicadores impulsada por Fernando Shu y otra docena de Consejeros de Prensa chinos?. Ha permitido que los panameños tengamos una visión del Taiwan democrático de hoy, del valor del pueblo chino taiwanés y del poder de la solidaridad entre los pueblos.
