Siempre se ha escuchado que las mujeres durante el embarazo experimentan mayores deseos de tener sexo, pero qué pasa cuando el niño nace y ese deseo de tener intimidad queda no en segundo, sino en último plano.
Muchas veces, después del nacimiento del primer hijo de una pareja, todo cambia. Y es que la pareja (hombre o mujer) ya no es sólo un amante en la entrega sexual, sino que debe servir como ayudante en el cuidado y crianza de la criatura.
Algunas mujeres le temen al sexo, porque en los primeros meses, después del parto, resulta dificultoso, quizás por el hecho de descansar poco, encontrarse físicamente distinta y tener un miembro (el bebé) en el cuarto puede cohibir a ambos.
SEXO NUEVAMENTE
El hecho de que se pueda tener sexo dependerá de las indicaciones médicas, y de cómo le fue en el parto.
Ambos deben sentirse listos, y eso siempre sucede luego del primer control médico, cuando se han terminado las pérdidas de sangre.
Un dato importante, es común que durante el primer tiempo, es decir después del alumbramiento, la vagina esté menos lubricada y pueda ser necesario el uso de cremas lubricantes para una relación placentera.