El aspirante presidencial republicano Mike Huckabee presentó ayer una estrategia de nueve puntos para frenar la inmigración ilegal en Estados Unidos, que incluye un muro en la frontera sur y un rechazo rotundo a una amnistía.
Al divulgar el Plan para la Seguridad de EE.UU., la campaña de Huckabee explicó que su intención es hacer frente a los problemas migratorios en Estados Unidos con una "solución factible".
La estrategia recomienda la instalación de un muro y una red de vigilancia electrónica a lo largo de la frontera con México para el mes de julio de 2010, además de un incremento en el número de agentes de la Patrulla Fronteriza.
También deja claro su rechazo a "políticas que promuevan o toleren una amnistía" para los inmigrantes clandestinos en Estados Unidos, cuyo número ronda los doce millones.
Además propone que, en un plazo de 120 días, todo inmigrante indocumentado se registre con la Oficina de Servicios de Inmigración y Ciudadanía (Uscis, por su sigla en inglés) y regrese a su país de origen, para desde allí tramitar una visa o permiso de entrada a Estados Unidos.
El indocumentado que no regrese voluntariamente a su país, si es detenido y deportado por las autoridades, no podrá reingresar a EE.UU. durante un período de diez años.
Dentro de esa "estrategia de desgaste" el ex gobernador de Arkansas también apoya la imposición de fuertes multas y sanciones para quienes contraten a inmigrantes "sin papeles", y la creación de un sistema de verificación del estatus migratorio de los trabajadores.
Huckabee aboga también por la eliminación de la lotería de visas.
ILEGALES 12 MILLONES
Cientos de personas extranjeras que viven en los Estados Unidos de forma clandestina sin ninguna clase de permiso para residir allí. Por ello, la mayoría de los candidatos republicanos abogan por una "mano dura" contra la población indocumentada.