Beatriz Poveda, de 61 años, murió ayer en el cruce de Pedregal, donde se desarrollaba la protesta de los jubilados. La señora cuando bajaba del autobús sufrió un ataque cardíaco y murió en la vía pública. Ella venía de buscar un vestido para la primera comunión que hoy debía realizar una de sus nietas.
Aunque algunos de los jubilados alegaron que Beatriz los había apoyado en las protestas de la mañana, sus familiares desmintieron esa versión. "Viejos bochinchosos, vayan a hacer oficios a sus casas. Ella venía de hacer unos mandados y no andaba en manifestaciones", dijo molesta una de sus hijas.