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Los panameños están en una encrucijada delicada: si gastan mucha plata en juguetes y día de la Madre, pronto se quedarán sin dinero, y sus familias se verán afectadas negativamente. Pero si no lo hacen, los cientos de millones de dólares que tienen en las manos no circularán, y la economía nacional seguirá estancada.
Como vemos, el futuro inmediato está en manos de quienes menos tienen. No son los grandes inversionistas quienes tienen la palabra para el semestre venidero. El mañana se juega hoy, y los protagonistas principales son quienes menos tienen quienes, juntos, forman una inmensa fortuna de no menos de 100 millones de dólares.
Entonces ¿Qué hacer? ¿Guardar el dinero para prever días peores, o tirarlo a la calle para que el país coja un poco de aire? La decisión no es fácil. Todo lo contrario, lo que está en juego es sumamente delicado.
Habrá quienes piensen que no importa mucho hablar del tema, porque los panameños son botarates y una vez tengan la plata en la mano la van a tirar por la ventana. Esperemos que cualquiera que sea la decisión, no perjudique a las grandes mayorías, beneficiando solo a unos pocos. |
