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Reunión de ministros de Seguridad tico-panameño (Foto: Agustín Herrera Crítica )
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Paso Canoas es parecido a "Tijuana", reiteró ahora el ministro de Seguridad Pública de Costa Rica, José María Tijerino, haciéndose eco de su homólogo panameño, José Raúl Mulino.
El área fronteriza entre Panamá y Costa Rica no es más que la ruta del tráfico de drogas desde suramérica hacia norteamérica, y dinero desde el norte hacia el sur para el pago del narcotráfico.
"Somos el teatro de los carteles", dijo Tijerino.
El ministro de Seguridad tico confirmó que en su territorio desarticularon un brazo de la denominada "Familia Michoacana" y del cartel de Sinaloa.
Confirmó que en Costa Rica hay presencia de todos los carteles mexicanos.
Mientras que el ministro panameño, Mulino, concordó en que nada ha impedido que los narcotraficantes mexicanos pasen a Panamá y reconoció que en las cárceles hay detenidos mexicanos de esos carteles.
Ambos ministros han definido la situación de la frontera tico-panameña como de "caos, desorden, permeable, abierta y de preocupación". Esos malos signos de lo que ocurre en esa frontera han valido para crear un mecanismo conocido como la Comisión Binacional, cuya segunda reunión se desarrollará en enero en la ciudad de David, provincia de Chiriquí.
Mulino anunció la creación de 12 retenes o garitas en la frontera con Costa Rica que incluye: Puerto Armuelles, Sixaola, Bocas del Toro y puntos boscosos en la provincia Chiricana.
El sector más vulnerable, San Isidro, tendrá una garita donde no se podrán evadir los que andan de forma ilegal.
La frontera de Paso Canoas es considerada un paso expedito de drogas, sicariato, tráfico de personas, crímenes en las dos naciones y la cual ambos gobiernos piensan regularizar.
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