Hillary Clinton regresó ayer a Iowa para hacer campaña en ese estado después del incidente que se registró el viernes cuando un perturbado mental entró en las oficinas de la senadora en Nuevo Hampshire y tomó a varios rehenes.
El suceso, que se prolongó durante más de seis horas, concluyó sin víctimas después de que Leeland Eisenberg, se entregó a la policía sin oponer resistencia. Los presuntos cartuchos de dinamita que llevaba atados a su cuerpo eran solo bengalas de seguridad vial.