El secretario general de la ONU, Kofi Annan, confesó sentirse "decepcionado y sorprendido" por las revelaciones acerca de las relaciones de su hijo Kojo con una empresa vinculada a un programa de la organización en Irak.
El pasado viernes salió a la luz que Kojo Annan estuvo cobrando hasta febrero de este año de una empresa contratada bajo el programa humanitario "Petróleo por Alimentos", pese a que dejó de trabajar en la misma como consultor en 1998.
Hasta ahora, tanto la empresa, Cotecna Inspection Services, como el propio secretario general habían defendido que Kojo había dejado de tener relación con la compañía en 1998, justo antes de que fuera subcontratada para trabajar en Irak.
Esta revelación se ha convertido en un nuevo elemento de presión sobre el secretario general, hoy acusado de corrupción en la gestión de "Petróleo por Alimentos".
El senador estadounidense Norm Coleman, quien lidera las investigaciones en Estados Unidos sobre presunta corrupción en el programa humanitario de la ONU en Irak, instó al secretario general a que dimita.
Coleman dice que la falta de supervisión de Annan permitió a Saddam Hussein amasar 21,300 millones de dólares del programa "Petróleo por alimentos", algo de lo que, en su opinión, debe responder el secretario general.
Coleman denunció la negativa de la ONU de entregar al comité del Senado de EE.UU. documentos relacionados con su investigación.