Saludos amigos y amigas... bienvenidos a todos los que estaban por el interior tras unos días largos de descanso y patria y un saludo a los que veremos hoy en el dulce y siempre agradable Chitré, en Herrera.
Vamos a los correos voladores de esta fecha, cuando se acerca la temporada del béisbol panameño.
Carolina Castro, David, Chiríquí: "Señor Pineda, un saludo muy especial, espero que se le pueda ver cuando viene a David, para el torneo juvenil... mi pregunta es referente a lo de el sistema de campeonato y¿por qué no se juega en la capital?
Tercer Strike: Gracias Carolin por sus saludos... ojalá estemos por David en los primeros días del año en compañía de los amigos de los Piratas de Pisttburgh. El juvenil no se va a jugar en la ciudad capital, ya que piensan recortar gastos y juntar a los equipos en el interior. Se va a jugar una rueda de todos contra todos y luego clasifican 6, y luego 4 en una serie cruzada, para llevar dos a la final.
Guillermo Rodríguez, La Chorrera: "Señor Pineda, usted no me crea, pero dicen que en el equipo de Panamá Oeste hay un entrenador que ha pagado para que su hijo esté en el equipo. Me dicen los vecinos que el señor trabaja en una compañía eléctrica y que los Vaqueros van a tener un uniforme patrocinado por esa empresa y el costo que deben pagar es la inclusión del muchacho en la selección. ¿Usted que sabe de eso?
Tercer Strike: Bueno, Guillermito; esa es una recta de 99 millas por hora. Me gustaría saber si es verdad, ya que la rosca es inevitable en todas las esferas. Yo recuerdo que cuando jugaba siempre habían peloteros con padres en las direcciones, algunos juegan y se ganan sus puestos, pero otros no. En Oeste pasó mucho y no se cómo anda eso ahora. Sería bueno ir a investigar para ver qué dice la Junta Directiva.
Sofía Aguirre: Aguadulce: "Señor Pineda, usted parece estar inclinado al fútbol, será que esta perdiendo el amor por el béisbol"
Tercer Strike: ¡Ahhh! No creo mi estimada Sofy; el béisbol es un deporte muy lindo como para no quererlo con el alma. El fútbol es una fiebre y como periodista y editor, debo involucrarme mucho más que antes. ¡Viva el béisbol!