Reemplace las carnes rojas por legumbres, carne vegetal, huevos, jurel, atún o salmón en conserva. Al comprar carne, elija la que tiene menos grasa. No compre huesos, porque no alimentan.
Consuma 1 ó 2 huevos en la semana, aumente el consumo de alimentos ricos en fibra, como legumbres, frutas y verduras crudas, pan y cereales integrales. La fibra de los alimentos ayuda a bajar el colesterol y mejora la digestión. Beba agua en los intervalos de las comidas, 6 a 8 vasos en el día.
Lave los alimentos que contienen mayor cantidad de sal como: aceitunas, atún en conserva, etc., disminuya el consumo de té y café, porque alteran el sueño y son diuréticos; es decir, contribuyen a la deshidratación, en especial cuando se toma poco líquido. Coma lento y mastique bien.