Realizar calentamientos es especialmente importante para las personas de la tercera edad. Se debe realizar de forma progresiva, sin cambios bruscos. Esta etapa va a servir como prevención contra lesiones innecesarias y dolores musculares: se estimula el corazón y los pulmones de forma moderada y progresiva, y a la vez aumenta el flujo sanguíneo. También se incrementa la temperatura de la sangre y de los músculos de una forma gradual.
El tiempo puede oscilar entre 3 y 15 minutos, teniendo en cuenta que debe ser más prolongado cuando el ambiente es muy frío.
Un ejemplo de calentamiento son las caminatas y trote suave, con desplazamiento sobre el propio terreno.
Ejercicios de círculos con los brazos, adelante y atrás y cruzándolos. Flexiones ligeras de piernas y estiramientos de los tobillos.
Al mismo tiempo, todos los ejercicios irán acompañados con un buen ritmo respiratorio: inspiración para tomar una postura de extensión , y espiración para una postura de flexión.