La vida es como una moneda tirada al aire. Tiene una cara positiva, pero también un lado de penalidades. Esto se refleja con el bajo costo del combustible, que ronda ahora los 2.25 dólares en galón de 91 octanos, lo cual hace que miles de panameños vuelvan a sacar sus vehículos a las calles.
Empero, los tranques en la ciudad de Panamá aumentan cada día. Peor aún, la llegada del fin de año pronostica terribles estancamientos por las compras navideñas.
El combustible barato se pierde en los engranes de los automóviles, pues no es posible que en un país de 3.3 millones de personas, existan 600,000 vehículos. Todos los años, ingresan al país entre 25,000 a 50,000 nuevos autos, que saturan las vías de Panamá.
Expertos en tránsito internacional y urbanistas explican que la estrategia para evitar los tranques y mejorar el sistema vial es obligando a los conductores a dejar sus vehículos en sus hogares, para que utilicen el transporte público.
¿Pero cómo voy a dejar de usar mi carro, si en Panamá existe un pésimo servicio de transporte público?
Supuestamente, el Gobierno de turno había comenzado a implementar la modernización del transporte, con la colocación del sistema "Transmóvil", comprando 460 autobuses para la etapa inicial. Pero el proyecto se ha estancado, por las amenazas de los buseros, la retirada de las empresas inversoras que se niegan a pagar 40 millones de dólares de indemnización a los dueños de la mafia de CANATRA. Además, tampoco quieren contratar a los 4,500 "palancas" que deberán operar los nuevos buses.
Y como vemos, el problema de los tranques vehiculares en la capital tiene relación con la crisis del transporte público. El ciudadano con carro jamás dejará su vehículo para viajar siquiera en los nuevos buses que el presidente Martín Torrijos quiere traer dizque como fórmula de solucionar esta problemática.
El pueblo panameño pide una solución inmediata. El atraso de la modernización del transporte afecta a la candidata oficialista, Balbina Herrera, pues todos sabemos que hay una estrecha relación entre el PRD y los buseros afiliados a CANATRA.
Si el Gobierno no resuelve este problema, la ex Ministra de Vivienda seguirá perdiendo votos. Es más, el discurso de Ricardo Martinelli tomará más auge, pues en vez de proponer cambiar buses por buses sugiere colocar el tren elevado o monorriel para dar al público capitalino mejor comodidad y rapidez al viajar cotidianamente en la ciudad de Panamá.
Un monorriel sí haría que los conductores particulares dejaran sus automóviles en casa. Ojalá, que los funcionarios públicos del MOP y en la Presidencia se dieran cuenta de esto, pero no lo quieren reconocer. Eso sí, el 3 de mayo de 2009 cuando Balbina Herrera pierda y el PRD deje el poder se darán cuenta de su error.