El presidente Eduardo Duhalde abogó por desterrar la invocación a la violencia como modo de resolver los problemas de los argentinos, al advertir que podría desatarse “un baño de sangre” en el país.
“Si alguien cree que con violencia se pueden resolver los problemas en la Argentina, digo que podemos desatar un baño de sangre”, alertó el mandatario aludiendo a un planteo del ex mandatario (1989-99) y precandidato Carlos Menem, su enemigo en la interna peronista.
Menem dijo que las Fuerzas Armadas deben actuar en la seguridad interna para despejar las calles de delincuentes y de los “encapuchados armados con garrotes”, en alusión a los piqueteros, un amplio movimiento social de desocupados y vecinos empobrecidos.
El jefe de Estado estimó que “toda invocación a la violencia debe ser desterrada en la Argentina”.
“Cuando se habla de los piqueteros debemos saber que son desposeídos y se expresan de esta manera porque no tienen otra manera de expresarse”, advirtió el mandatario. |