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Tropas israelíes reocuparon Belén en la madrugada de ayer, allanando viviendas y emplazando tanques cerca de la iglesia de la Natividad, luego que un comando suicida palestino --a bordo de un autobús-- hizo detonar explosivos que llevaba amarrados a su cuerpo, muriendo junto con 11 pasajeros.
Israel está otra vez en control de los principales centros de población palestinos en la Margen Occidental, excepto por el oasis de Jericó.
La ocupación es similar a la registrada tras las ofensivas militares de abril y junio, causada también por atentados suicidas.
Soldados israelíes destruyeron con explosivos la vivienda de Belén alquilada por la familia del extremista Abu Hilail, un método tradicional israelí para castigar los ataques suicidas.
En otros incidentes de la jornada, se informó que un soldado israelí fue muerto ayer, en el sur de la Franja de Gaza, por palestinos que tendieron una emboscada a una unidad militar israelí, anunció el ejército.
Según el comunicado militar, el soldado, un sargento de carrera, fue alcanzado por disparos --procedentes de invernaderos-- cuando inspeccionaba una ruta al norte del bloque de colonias de Gush Katif.
También se reportó que un empleado británico de la Agencia de Naciones Unidas para la Ayuda a los Refugiados Palestinos (UNRWA) murió a causa de disparos en el campo de refugiados de Jenín (Cisjordania) durante una operación militar israelí, indicó a la AFP el portavoz de este organismo.
Un portavoz militar israelí confirmó a la AFP esta muerte y subrayó que el británico “murió durante un tiroteo” entre militares israelíes y combatientes palestinos.
El vocero agregó que, por el momento, no es posible saber si murió por disparos de soldados israelíes o milicianos palestinos. |
