El albergue municipal de Santiago se encuentra en un aparente abandono, y sus condiciones sanitarias son pésimas; lo que ha provocado la preocupación de los comerciantes que están ubicados a un lado del inmueble.
Los vendedores de legumbres, buhoneros y dueños de pequeños restaurantes, se están quejando de los malos olores que hay y están temerosos de ser sancionados por las autoridades por algo de lo que no tienen culpa.