Eufemia Mendoza es una señora de más de 50 años de la comunidad de Machuca, en La Pintada, pero aparenta más edad por la vida dura que ha llevado y más cuando hace seis años uno de sus hijos murió al ser aplastado por una avalancha de lodo que cubrió la casa donde trabajaba, un desastre natural que los dejó marcados y con siete hijos en la orfandad. Sin embargo, las respuestas han sido nulas.
Han pasado casi seis años y la familia de Pablo Absalón Mendoza, que murió tras un deslizamiento de tierra, aún está en espera de la ayuda que se les prometió.
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