El presidente iraquí, Yalal Talabani, diferenció en El Cairo entre terroristas y grupos de la resistencia iraquí, y pidió a estos últimos que depongan las armas y participen en la reconstrucción de un Irak democrático.
Talabani dijo que no ha habido ningún contacto con los grupos insurgentes, pero afirmó que "soy el presidente de todos los iraquíes y doy la bienvenida a cualquiera que decida deponer las armas".
"Está claro, el terrorismo son aquellas acciones que cometen Abu Musab al-Zarqawi y sus seguidores", dijo Talabani.
Sobre "los grupos armados iraquíes", Talabani considera que "son de dos clases: los que intentan lograr el restablecimiento del derrocado régimen (de Sadam Husein), algo que no conseguirán; y los iraquíes que quieren expulsar a las tropas extranjeras de nuestro país".
"A estos últimos, les decimos que la solución no son las acciones armadas sino el diálogo político. Irak es ahora un país abierto y todo iraquí puede expresar sus opiniones libremente e incorporarse a un grupo político legal", añadió.
Por otro lado, un soldado británico resultó muerto por la explosión de una bomba al paso de su convoy en la ciudad de Basora, en el sur de Irak, confirmó en Londres el Ministerio de Defensa.