Ante el aparente buen estado del tiempo en la provincia de Chiriquí, las personas afectadas por las inundaciones en los distritos de Alanje, Barú y San Lorenzo, que se mantenían en refugios temporales, fueron enviadas nuevamente hacia sus respectivas residencias ayer en horas de la mañana, bajo la coordinación de las autoridades de seguridad.
El director regional del SINAPROC en Chiriquí, Armando Palacios, dio a conocer que hasta ayer no había caído la lluvia nuevamente sobre las áreas afectadas en las tierras bajas y se espera que el tiempo se mantenga de esta manera para estabilizar las plantaciones y que la gente vuelva a su vida diaria normal.
Sin embargo, mencionó que en el oriente chiricano sí se habían reportado algunas lluvias en las áreas montañosas de la comarca Ngobe Buglé, por lo que se estaba alerta en estos sectores por cualquier eventualidad.
Mientras tanto, ayer también continuaron los trabajos de remoción de tierra en el sector conocido como la Quijada del Diablo, en el distrito de Gualaca, luego que el sábado en la tarde la carretera principal que comunica la provincia de Bocas del Toro con Chiriquí, fue cubierta en su totalidad por tierra que ocupó aproximadamente 200 metros de largo, por 5 de alto.
"El sábado se logró abrir un poco para que pasaran los carros, pero se cerró para seguridad de las personas y hoy nuevamente se abrió y se continuó con el trabajo de remoción" aseguró Palacios.