El mandatario Martín Torrijos advirtió ayer que no va a renunciar a su deber constitucional de nombrar a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia.
Sin embargo, Torrijos reconoció que los abusos en el pasado para la designación de los magistrados han creado resquemores y puesto en entredicho el método.
Torrijos Espino advirtió que es un deber constitucional al que no va a renunciar porque, en términos generales, el tema de la justicia es mucho más complejo que la designación de los magistrados por lo que se mostró consecuente en escuchar los aportes que, en este aspecto, puedan brindar amplios sectores de la sociedad.
Al aludir a la aplicación de las recomendaciones emanadas de la Comisión de Estado por la Justicia, el presidente de la República dijo que están siendo tomadas en cuenta comenzando con lo referente a la comisión revisora de los códigos Procesal y Penal que se instalará este jueves.