El puertorriqueño Miguel Cotto, que el sábado perdió su corona del peso welter, versión Organización Mundial de Boxeo (OMB), frente al filipino Manny Pacquiao, afirmó que se entregó por completo pero nada le salió bien.
"Traté de dar todo lo que pude para que los aficionados presenciasen una gran pelea", declaró Cotto, de 29 años, en rueda de prensa ofrecida en el MGM Grand Arena, de Las Vegas, al concluir el combate, que perdió por nocáut técnico en el duodécimo asalto.
"Los directos que lancé no hicieron el daño que esperábamos y además tampoco me protegí lo suficiente a mí mismo", valoró el púgil puertorriqueño, que sufrió la segunda derrota en su carrera profesional. "Miguel Cotto peleará siempre con los mejores del mundo y Manny está entre ellos".
Cotto, que se llevó una bolsa cercana a los siete millones de dólares, también explicó por qué no dejo que su preparador físico Joe Santiago tirase la toalla de abandono.
"Le dije a Joe que deseaba seguir peleando, por lo tanto fue mía la decisión de llegar hasta el duodécimo asalto", subrayó Cotto.
El árbitro de la pelea, el estadounidense Kenny Bayless, que tras 55 segundos del duodécimo asalto decidió parar el combate, dijo que había observado cómo reaccionaba Cotto desde el octavo, junto con el médico del cuadrilátero.
"Cotto recibió muchos golpes, pero respondió con buenos directos, pero no fueron suficientes para frenar a Pacquiao y se encontraba ya sin fuerzas", explicó Bayless.