El 16 de noviembre de 1938, dentro de los laboratorios Sandoz en Suiza, el químico Alberto Hoffman sintetizó por primera vez la sustancia dietilamida de ácido lisérgico, que décadas más tarde se conocería sencillamente como LSD, por sus siglas en inglés. El LSD se convertiría en la década de 1960 en la droga emblemática de la época de la psicodelia.