Los 130 motociclistas que componen la Caravana por la Libertad de los Secuestrados llegaron ayer a la Plaza de San Pedro, donde se les unieron cientos de motoristas italianos, como colofón a una iniciativa que ha recorrido 5.000 kilómetros exigiendo la liberación de todos los rehenes.
Los integrantes de este proyecto colombiano, quienes el miércoles entregarán al papa Benedicto XVI un casco que conmemora esta iniciativa, entraron en la plaza del Vaticano sobre sus vehículos y acompañados por varios clubes de motociclistas italianos que les mostraron su solidaridad.