Las autoridades nicaragüenses decomisaron ayer un arsenal compuesto por 54 fusiles de asalto AK 47, cuatro M-16, un Galil, una M-79, diez granadas, 20 sacos de explosivos con 600 gramos, y 19.000 proyectiles, durante un operativo en la provincia de Matagalpa, en el norte del país.
El portavoz del Ejército nicaragüense, el general de brigada Adolfo Zepeda, dijo a Acan-EFE que ese cargamento de armas y municiones fue confiscado a desconocidos que viajaban a bordo de un vehículo, que dejaron abandonado, tras una persecución combinada realizada por militares y policía.