CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, siempre soy impuntual
Aquel dicho que reza "El
tiempo es oro" se encuentra en estos días, lejos de toda realidad,
donde todo el mundo tiene la costumbre de llegar tarde a sus compromisos.
Los panameños han incorporado a su idiosincrasia, el mal hábito
de ser impuntuales y llegar a su reunión, cita o compromiso, horas
después de la estipulada en la invitación o la acordada verbalmente
con la persona a la que verán.
Es que todos contribuimos de una u otra forma, a que existan personas
irresponsables y que se caractericen por su "puntual tardanza"
al no exigirles que respeten nuestro tiempo.
Hay que promover entre la ciudadanía, la cultura de la precisión
y la puntualidad, aprendiendo a valorar el tiempo de los demás, ya
que a nadie le agradaría que le dejaran esperando.
Una buena forma de aconductar a este tipo de personas frescas, es haciéndoles
exactamente lo mismo, para que sientan la molestia de que su tiempo es un
juguete para otros.
Como buenos ciudadanos, eduquemos a nuestros hijos el hábito de
la puntualidad, ya que de paso estaremos expresando nuestra buena cortesía
y consideración hacia a las otras personas.
En muchas ocasiones, la puntualidad marca la diferencia entre el éxito
o el fracaso que pueda alcanzar una persona a nivel profesional y personal.
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