Boris Caballero, un ciclista chiricano que producto de un accidente tiene que utilizar una silla de ruedas para trasladarse de un lugar a otro, ya que gran parte de su cuerpo quedó paralizado, acompañaba a su esposa a un juicio en el Tribunal Superior en David.
Empero, al igual que miles de personas como él, se encontró con un obstáculo y es que el moderno edificio ubicado en la ciudad judicial, no cuenta con elevadores o rampas que les den acceso hasta el segundo piso, donde se realizan las audiencias.
Este es solamente unos de los tantos casos de personas con discapacidad, que al llegar al Tribunal Superior del Tercer Distrito Judicial, que atiende casos de Chiriquí y Bocas del Toro, tienen que resignarse a no poder llegar hasta el segundo piso, donde se ubican las oficinas.