La India y Pakistán abrieron en un punto la "línea de control" divisoria que separa sus territorios en la región de Cachemira, un hecho histórico que tiene como objeto facilitar la llegada de ayuda a las víctimas del terremoto del pasado 8 de octubre en la región.
Las autoridades de Nueva Delhi e Islamabad, después de semanas de reuniones para buscar un acuerdo, abrieron la divisoria en la zona de Chakan Da Bagh, en el distrito de Poonch, para que las familias de los afectados por el seísmo puedan cruzar de uno a otro lado y ayudarse mutuamente.
El terremoto del 8 de octubre causó la muerte de más de 87.000 personas y dejó sin hogar a más de 800.000.