Por otra parte, algunos almacenes de la avenida Central decidieron cerrar y otros se mantenían con las puertas entreabiertas para ver si captaban algún cliente.
Y aunque no hay un pronunciamiento oficial de los comerciantes de la avenida Central, algunos gerentes de almacenes que se mantenían abierto señalaron que casi no hubo ningún movimiento de compra.
Al final del día, lo que se escuchaba era el disgustado de la población por la falta de información y los inconvenientes causados.