Desde que se empieza a dar rienda suelta a la imaginación, la función principal de la cama pasa a segundo plano, más que nada cuando se quiere gozar de una excitante entrega íntima.
Cuando el deseo de una mujer es que su hombre se sienta más que complacido, debe olvidar a toda costa la pena, es más, el toque de salvajidad nunca viene mal, y qué decir de las palabras y frases que encienden la pasión, las mismas que se manifiestan como ese calor que te recorre todo el cuerpo.
Claro, el juego previo y elementos como los chocolates, vino, crema de batir y frutas son fieles acompañantes y testigos de que lo que viene será pura pasión.
Basta de ser una chica buena cuando de coqueteo se trata, pues a todo hombre le gusta tener a una dama fuera del dormitorio, mas no bajo las sábanas.
Recuerda que para un hombre, su máximo objetivo entre las sábanas es satisfacer a la mujer, pues siempre es adorable dar y recibir.
HABLA, PIDE, SUGIERE
No sientas vergüenza de pedirle que te haga lo que realmente te vuelve loca. Porque a las mujeres nos resulta más complicado llegar al orgasmo, no te cortes y guíale en la búsqueda del placer. Los gemidos son siempre el detonante que delata tanto al hombre como a la mujer. De manera que si esto te pasa a menudo en tu entrega sexual, siéntete victorioso(a).
Ten presente que la mejor manera de empezar la noche de la pasión es jugando. Otra cosa, a los chicos les encanta que les digamos lo que queremos que nos hagan y después halagarlos. Así que ya lo sabes. Si siempre has querido practicar varias posturas, entonces atrévete a sacar ese yo interno, que lo único que pide es gozadera pura, la que se consigue con un excelente coito.