Decenas de miles de desplazados por la violencia deambulan por el este de la República Democrática del Congo (RDC) sin poder recibir ayuda humanitaria, ya que sus poblados y campamentos se encuentran ocupados o han sido destruidos por militares y grupos armados.
El pueblo de Kiwanja, donde hasta el martes pasado vivían unas 12,000 personas, quedó desierto y en su calles sólo se veían dos vehículos blindados de la Misión de Naciones Unidas en el Congo (MONUC) y guerrilleros tutsis del Congreso Nacional para la Defensa del Pueblo (CNDP), que controlan la zona.
Los rebeldes del CNDP habían recuperado ayer Kiwanja, tras dos días de combates con milicianos locales mai-mai, aliados del Gobierno de Kinshasa.
Kiwanja se encuentra cerca de la ciudad de Rutshuru, en el norte de la provincia de Kivu Norte, ocupada en su mayor parte por el CNDP, encabezado por Laurent Nkunda, en una ofensiva iniciada por los rebeldes hace dos semanas y que pararon al declarar un alto el fuego el 29 de octubre a las puertas de Goma, la capital provincial.