Un estudiante de psicología asesinó a cuchilladas a su madre y a su hermana en Río de Janeiro, supuestamente en medio de una crisis de abstinencia a las drogas, y no demostró ningún arrepentimiento por el parricidio, según informaron ayer, medios de prensa locales.
El comisario Marcus Alves, uno de los policías que detuvo a Daniel Neves Mentzingen, señaló en declaraciones a la prensa que el homicida de 26 años confesó el delito y aseguró que volvería a cometerlo si pudiera regresar en el tiempo.
"Yo la agarré con la mano izquierda y le metí el cuchillo en su estómago con la derecha. Ella empezó a gritar y me imploró que parase. Mi hermana llegó adonde estábamos y le metí el cuchillo a ella también", dijo Neves.
ADICTO: CONSUMIA HACIA 12 AÑOS
Fuentes policiales añadieron que el parricida informó de que es consumidor de estupefacientes desde hace 12 años y que le molestaban los frecuentes retos que sus padres le hacían por su conducta. Recordó que pocos minutos antes de matar a ambas mujeres, su madre le había reclamado porque había pasado toda la noche fuera de casa.