La policía cargó ayer contra centenares de simpatizantes de Boca Juniors que pugnaban por conseguir una entrada para el superclásico del fútbol argentino, que su equipo disputará mañana con River Plate.
Como era de prever, las miles de entradas populares para el duelo entre River y Boca, se agotaron a escasas horas de ponerse a la venta, por lo que el estadio Monumental presentará más de 50.000 espectadores en las tribunas.