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Sus pinturas están a la venta.  |
"La pollera es un elemento constante en mis pinturas, porque yo tengo que justificar en mi vida, lo que es la pollera correcta". Con estas palabras el profesor Edgardo "Chichi" De Léon Madariaga expresó las razones que lo llevaron a plasmar durante toda su vida a través de la plástica, al traje típico representativo de nuestra nacionalidad, la pollera.
En su búsqueda de la verdad, este singular señor de ojos brunos, piel dorada y voz vibrante, se ha convertido en un fiel defensor de la pollera.
Este fervor, lo ha llevado a aventurarse en estudios, donde se reflejan los primeros orígenes de este hermoso traje y su evolución a través de los tiempos, tanto en los diseños, como en las joyas.
Los escritos surgidos de estas apasionadas exploraciones, se han transformado en material de consulta obligatorio para los amantes de nuestras costumbres.
De Léon señaló que su especialidad primigénia es la pintura, ya que estudió en la Escuela Normal Superior de Investigación Científica y Pedagógica, en México.
Manifestó que actualmente labora en la Facultad de Bellas Artes, de la Universidad de Panamá en la cátedra de Folclor.
Independientemente de ello recalcó, que no ha dejado de pintar, ya qué considera que los lienzos y los pinceles son su vida.
Con respecto a las técnicas utilizadas en cada uno de sus cuadros, dijo que usa el óleo, porqué es el procedimiento que más ha cultivado.
Destacó que algunos pintores caen en errores como el de no saber en donde van los adornos de la pollera.
Expuso como ejemplo el caso de la montuna, que lleva dos o tres prendas. Precisó que hay quienes las abocetan con un montón de joyas.
Para una mayor comprensión de este vestido tradicional detalló, que el mismo lleva sombrero pintado, si se va a una fiesta al sol; mientras que si va a un evento nocturno deberá llevar peinetas, flores de colores y las joyas en la cabeza, sin el sombrero, porque no lo necesita.
Reconoció que la pintura lo ha ayudado a la hora de crear diseños para las polleras de gala. Afirmó que nunca ha repetido un diseño a pesar de que ha confeccionado más de ochocientos.
De León cree ciegamente en que también podemos rendirle culto a nuestra tierra a través de signos palpables, por lo que finalizó diciendo que "siempre hay que hacerle gala a lo nuestro, hay que querer a Panamá con todo el cariño, en su casa, en sus adornos, puesto qué hay que rendirle más cariño a la patria". |