Ya no habrá más terapia hormonal sustitutoria. Al menos, ya no se llamará así. La semana pasada los Institutos Nacionales de la Salud estadounidenses (NIH) anunciaban que a partir de ahora la denominarán terapia hormonal para la menopausia. Y es que, después de que este verano se suspendiese la mayor investigación al respecto (WHI), los estrógenos han dejado de verse como la panacea que toda mujer debía tomar para mantenerse joven. De todos modos, las féminas en el climaterio deben saber que no se quedan solas: existen otras alternativas, tanto para los síntomas de esta etapa como para los trastornos asociados a ella.
El ejercicio puede prevenir trastornos asociados al climaterio como la osteoporosis y la enfermedad coronaria.
Desde este lado del charco, la terapia también recibía un varapalo la semana pasada, al suspenderse el homólogo británico del WHI. Un comité de expertos ha considerado que, ahora, su trabajo carece de sentido: "Cuando el ensayo empezó, había importantes preguntas sobre el tratamiento hormonal. Pero desde entonces hay evidencias de que a largo plazo aumenta el riesgo de enfermedades como el cáncer de mama y disminuye el de otras como la osteoporosis. Sin embargo, no protege de la patología coronaria e incluso puede aumentar este riesgo".
Ninguno de los dos trabajos evaluó los efectos de la terapia a corto plazo, si bien sus consecuencias se han dejado notar en breve: en menos de cuatro meses, las recetas de Prempro , han disminuido casi un 50% en EEUU.
Por ejemplo, para aliviar el síntoma más frecuente en la mujer climatérica (los sofocos) es aconsejable dormir en un lugar fresco, vestirse con varias capas para deshacerse de prendas en cuanto surja el acaloramiento, practicar ejercicio -también positivo contra el insomnio y los cambios de humor, evitar alimentos como la comida picante y reducir el estrés por medio de técnicas de meditación o relajación. También "hay alternativas naturales", aclara Cancelo, quien ha investigado las propiedades de la soja. Este alimento es rico en fitoestrógenos (un compuesto vegetal parecido a la hormona femenina) y, aunque se ha cuestionado su eficacia, algunas investigaciones comienzan a arrojar resultados favorables. También se ha hablado de que otras hierbas con fitoestrógenos como la cimífuga o algunos antidepresivos pueden paliar los sofocos, aunque todavía son precisos más datos al respecto.
Sí existen, por el contrario, fuertes evidencias sobre algunos medicamentos indicados para prevenir las patologías asociadas al climaterio, como la osteoporosis. Así, los bifosfonatos o el raloxifeno previenen la pérdida de masa ósea, si bien además son precisos hábitos como «consumir suficiente calcio y vitamina D, mantenerse físicamente activa , no fumar y limitar las bebidas alcohólicas». . |