El presidente de la Federación Internacional de Automovilismo, Max Mosley, aseguró ayer que las nuevas normas que regirán en las competencias de Fórmula Uno a partir del 2003 no provocarán un aumento de los costos.
"No tiene sentido la queja de que los equipos construirán equipos especiales para la clasificación y que esto elevaría los costos por millones", dijo Mosley.
"En cada carrera, los equipos tienen que utilizar el coche que ha sido inspeccionado. Si hay diferencias sustanciales entre el coche usado para la prueba de clasificación y el utilizado para la carrera, el equipo tendrá problemas con los inspectores", añadió.
Mosley respondió así a una declaración del influyente diseñador de la escudería McLaren Adrian Newey, quien dijo a la cadena BBC que el cambio de reglas anunciado el 28 de octubre no resultaría efectivo.
Newey sugirió que algunos equipos ricos podrían construir coches livianos especiales, inclusive sin radiadores, para utilizarlos en las clasificaciones que se correrán a una sola vuelta.
Esta modalidad de clasificación es uno de los cambios establecidos para ayudar a equipos con problemas económicos y aumentar la competitividad de la Fórmula Uno, cuyas carreras tuvieron poco público por televisión este año.
Según Newey, "es realmente posible que alguien construya coches de clasificación".
"Actualmente se necesita un coche que pueda dar 12 vueltas (de clasificación) pero bajo las nuevas reglas hay una sola vuelta", añadió.
Los jefes de escuderías de Fórmula Uno se reunirán el 4 de diciembre para discutir cambios en las normas técnicas que ayudarían a reducir costos. |