No hay caso: desde que nacimos ya empezamos a envejecer. Las células y los órganos se van desgastando naturalmente y por más que se descubran vitaminas, ácidos y fórmulas secretas, nada es capaz de detener este proceso.
Pero esto no es un motivo para cruzarnos de brazos. Indiferencia o exageración no ayudan nada. Al revés: la falta de cuidados con el cutis puede hacer que parezcas con más edad de la que tienes. Entiende qué ocurre en el organismo en cada etapa de la vida y toma las medidas correctas para minimizar los efectos del tiempo, como explica la dermatóloga Luciana Conrado.
20 años - hasta esta edad la piel todavía brilla, su textura es suave, tiene mayor capacidad para retener el agua, mejor irrigación sanguínea y oxigenación. Las fibras de colágeno y elastina, que sostienen la piel, son producidas con mucha rapidez.
Qué hacer - usa filtro solar adecuado para tu tipo de piel. Recuerda: los efectos del sol son acumulativos. Quien no se haya protegido en los 20 primeros años ya puede presentar algunas marcas de envejecimiento, como arrugas superficiales en los párpados, manchas y pecas.
Mantener la piel limpia y humectada es importante. Cuanto más resecada, menos elasticidad tendrá y más temprano las señales de envejecimiento aparecerán.
25 a 35 años - la reposición de elastina y del colágeno es menor, por eso la piel tiende a ponerse más flácida. En esta etapa, quien no se protegió del sol o sigue sin protegerse, puede presentar líneas finas de expresión, en el contorno de los labios, en la frente y entre las cejas. Alrededor de los 35 años, la piel tiende a ponerse un poco más flácida y existe una ligera pérdida de la firmeza del cuello.
Qué hacer - a partir de los 25 años está permitido el uso de sustancias más agresivas, como el ácido glicólico y las vitaminas antioxidantes, que ayudan a retrasar el envejecimiento. Limpieza, tonificación, hidratación y nutrición precisan realizarse religiosamente a la mañana y por la noche. Y los productos deben ser adecuados a su tipo de piel.
También es hora de adoptar una crema específica para la región alrededor de los ojos, evitando las famosas patas de gallo. Más cerca de los 30 años, es posible hacerse algunos peelings en consultorios para retirar las manchas y arrugas superficiales. El uso de cremas a base de ácido retinoico puede ser periódico, para atenuar las líneas finas y aumentar la producción de colágeno y elastina. No te olvides del filtro solar, que debe ser usado todos los días (no sólo cuando vas a la playa).
Más de 35 años - la grasa sub-cutánea pasa a ser reabsorbida por el organismo, dejando la piel cada vez menos elástica y brillante.
Arrugas de expresión en el contorno de los ojos y de los labios pueden ser evidentes. Después de los años, la textura de la piel se pone más flácida y espesa y, después de los 55, puede aparecer flaccidez en los pomos del rostro. Y cuanto más el tiempo pasa, más gruesa y arrugada permanece la piel.
Qué hacer - para prevenir la arrugas futuras tu dermatólogo te puede recomendar cremas con vitaminas antioxidantes, ácidos u hormonas. Si el objetivo es borrar las marcas que te ha dejado el tiempo, pues hay un sin número de tratamientos estéticos a tu disposición: peelings, exfoliaciones más profundas, botox y técnicas de relleno cutáneo, por ejemplo. También es posible recurrir a la cirugía plástica. Pero no tomes ninguna decisión precipitada. Al fin y al cabo, tu puedes sentirte bella, hermosa y atractiva con la edad que tienes.
CINCO FACTORES QUE ACELERAN EL ENVEJECIMIENTO
Sol - Es el principal factor de envejecimiento de la piel. Los rayos ultravioletas llegan a sus capas más profundas, desorganizando las células, que, a partir de esta agresión, forman el colágeno y elastina (proteínas que le dan sostenimiento a la piel) de mala calidad. Arrugas y flacidez son los resultados.
Estrés - Envejece todas las células del cuerpo. Cuando el estado de estrés es crónico, el sistema inmunológico, responsable por las defensas del cuerpo, sufre una caída y nos deja vulnerable a varias enfermedades.
Cigarrillo - además de hacer mal al pulmón y al corazón, el tabaco provoca el envejecimiento precoz de la piel: hace que las venas se contraigan, sean menos oxigenadas y los nutrientes apenas lleguen a su superficie. Se pone flácida, pierde la elasticidad y el brillo.
Vida sedentaria - el futuro puede ser cruel para quien no se mueva.
Pérdida de la tonicidad muscular, agilidad, flexibilidad y fuerza; se acumula la grasa en cuerpo; reflejos malos; menos disposición; riesgo de enfermedades, como osteoporosis; falta de oxigenación; corazón y pulmón más débiles son algunos de los resultados.
Radicales libres - esas moléculas de oxígeno son altamente agresivas:
atacan y oxidan las células del cuerpo, provocando enfermedades como reumatismo y cáncer. Los radicales libres se forman naturalmente en el organismo, pero el cigarrillo, la contaminación, los rayos solares y la alimentación desequilibrada favorecen su aumento. |