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El orgullo de ser panameños no escapa del alma de los moradores indígenas de la provincia de Darién, quienes en un tributo a la tierra que los vio nacer, se unen para celebrar las fiestas patrias con gran regocijo.
De acuerdo con el educador Elvin Rodríguez, quien laboró tres años en la escuela de Playona, poblado ubicado en los márgenes del río Chucunaque, las fiestas patrias en la región son de todos y los residentes se preparan meses antes para la celebración.
PREPARACION
Educadores, estudiantes y padres de familia, al igual que el resto de los residentes participan de los preparativos, aportando diferentes cuotas y compromisos durante la organización del evento.
Rodríguez indicó que meses antes de la festividad, los dirigentes efectúan una reunión con la población y educadores, en la que se crean las comisiones de trabajo y se establecen las cuotas que debe aportar cada uno de los miembros.
"Me gusta mucho como los indígenas celebran estas fechas y a pesar de las limitaciones económicas que reina en este grupo cultural, cuando se trata de las fiestas patrias todos cooperan, trabajan y celebran por igual", señaló.
Explicó que desde el dos de noviembre, fecha de recordación a los difuntos, se inicia la preparación de la comida, iniciando la festividad a las 7:00 a.m. del tres de noviembre.
ACTOS
Los actos conmemorativos no son iguales en belleza a los efectuados en otros puntos de la geografía nacional, sin embargo, los indígenas lo hacen con mucho respeto y orden.
El educador continuó su relato indicando que luego del saludo y juramento a la bandera se canta el Himno Nacional y algunos estudiantes dedican a la patria sus cantos y poesías.
Seguidamente se efectúa el desfile por la comunidad, en la que participan las diferentes autoridades, educadores y alumnos.
Posteriormente se llevan a cabo los tradicionales juegos bufos con los niños de la escuela, mientras que los pobladores se reparten la comida y las bebidas por igual. |
