El asesinato de Jam Master Jay, uno de los fundadores del trío de rap Run-DMC, es la más reciente de una serie de muertes que privan al mundo del rap de varias de sus más brillantes estrellas.
La muerte de Jason Mizell, alias Jam Master Jay, de 37 años, asesinado de un balazo en la cabeza, es singularmente estremecedora, ya que el mismo se había levantado contra la cultura de violencia que prevalecía en el mundo del rap.
Es la séptima estrella del rap baleada desde 1995. En octubre de 1996, Tupac Shakur, de 25 años, murió al recibir cuatro balazos cuando conducía en la principal arteria de Las Vegas, tras haber asistido a una pelea de boxeo entre Mike Tyson y Bruce Seldon.
En marzo de 1997, Christopher Wallace, alias Notorious B.I.G, de 24 años, fue abatido en Los Angeles a la salida de una fiesta. Estos dos asesinatos nunca resueltos fueron sensación en la prensa, donde se especuló que los crímenes se debían a una rivalidad entre raperos de la costa este y de la costa oeste. El asesinato de Tupac habría sido vengado con la muerte de Notorious B.I.G.
El primer rapero asesinado, Randy "Stretch" Walker, que participó de una gira con Tupac Shakur, había sido abatido en noviembre de 1995. En febrero de 1999, Big L (Lamont Coleman), una estrella en ascenso, fue derribado con nueve balazos cuando caminaba en su barrio de Harlem en Nueva York.
Al mes siguiente, Freaky Tah (Raymond Rogers), miembro de los Lost Boyz, fue herido de muerte en el barrio de Queens, también en Nueva York. |