La red de apuestas ilegales deportivas, que movió más de $567 millones y que operaba en Nueva York y Panamá, lo hacía al margen de la ley panameña.
La oficial de cumplimiento de la Junta de Control de Juegos, Mayda Ríos Fuentes, dijo que lo que se dio fue fuera de regla y explicó que en Panamá sólo cuentan con un operador administrador, que a su vez es el encargado de las sublicencias que se otorgan para las agencias de apuestas por Internet.
Detalló que cuando se dan estos casos, a nivel internacional se manejan al más alto nivel y que en este caso le correpondería al Consejo de Seguridad.
Resaltó que incluso las sublicencias que maneja el operador no son para público apostador panameño, sino para público apostador internacional.