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EDITORIAL
Candidatura frustrada
La posible candidatura del saliente ministro de Gobierno, Winston Spadafora a magistrado de la Corte Suprema de Justicia, parece haber naufragado sin siquiera haberse presentado su postulación ante la Asamblea Legislativa.
Entre las funciones administrativas de la Cámara Legislativa están el aprobar o improbar los nombramientos de los magistrados de la Corte que haga el Ejecutivo.
Spadafora, quien durante el año 2000 había logrado el respaldo de la oposición perredista y democristiana, en la elaboración del Plan de Seguridad Nacional, hoy tiene muchos enemigos en contra.
Ha tenido un pésimo manejo con los medios de comunicación. El ministerio a su mando fue salpicado por la novela de misterio que el propio gobierno tejió en torno al accidentado helicóptero HP-1430. La concesión de rebaja de pena a un condenado por narcotráfico que permanecía prófugo, es otro handicap en su contra.
Además, la dupla del Partido Popular jamás apoyaría su candidatura a magistrado de la Corte, porque no le perdonan que abriera un frente de pelea contra el procurador y antiguo militante de la Democracia Cristiana, José Antonio Sossa.
Así las cosas, Winston Spadafora no tiene el menor chance de ser ratificado por la Asamblea e insistir en su postulación sólo representaría una derrota innecesaria para el Ejecutivo.
El Ejecutivo no debe exponer al país a una nueva crisis con la Asamblea Legislativa y debe entender claramente que su candidato no tiene ninguna oportunidad de llegar al Organo Judicial.
Lo más correcto es aprender de lo sucedido con la postulación a magistrado del expresidente Guillermo Endara, donde se buscó como alternativa a una figura que no fue objetada y que dentro de pocos meses presidirá la Corte.
Sin duda que el Ejecutivo quiere colocar fichas amigas en la Corte, para tratar de variar la correlación de fuerzas dentro de esa instancia judicial, pero lo más prudente es seleccionar a otros aspirantes, porque Spadafora no irá para ningún lado.
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PUNTO CRITICO |
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