¡Culpable! Ese fue el veredicto para Carlos Enrique Víquez Baúles, acusado del asesinato de los hermanitos Moisés Santos, de 9 años, y Reino Santos Palacios de 13, en Sitio Lázaro, Alanje, Chiriquí.
Víquez era vecino de sus víctimas, quienes eran de raza indígena.
En los alegatos que duraron dos días y dos noches, se determinó que Víquez tenía viejas rencillas con los muchachos a quienes amenazó en varias ocasiones porque ellos se metían en su propiedad.
El abogado defensor, Juan Antonio Morales, alegó que su cliente estaba en otro lugar muy distante al lugar de los hechos el día en que todo sucedió y adujo que hubo fallas en la investigación de la PTJ cuando realizaron diligencias amañadas.
Para el Fiscal Markel Mora, la decisión del jurado representa un acto significativo para la comunidad, ya que envía un mensaje de que los delitos no pueden quedar impunes, menos cuando van contra menores de edad.