Original y curiosa, es la agenda del presidente Bush durante su visita a Panamá. Nuestro gobierno, aspirante al premio mundial del misterio, no dice que sé conversará. Se nos ha dicho, y muy claramente, que el tema de los polígonos no se tocará, para nada.
El gobierno norteamericano ha dicho, cada vez que se mencionan los polígonos que ese tema es "caso cerrado". El nuestro dice que no, pero, sin embargo, inmediatamente recalca que no se le planteará al señor Bush, porque "la patria nueva" está trabajando en fórmulas "no políticas y muy imaginativas" que, algún día, ojalá que antes de terminar su mandato, comparta con el resto del país.
La agenda, o lo que se comenta de ella, incluye una conversación privada con la expresidenta Moscoso; no se ha dicho que habrá otra igual con el señor Torrijos, sino una breve visita al Palacio de las Garzas y un saludo protocolar al presidente y a todo su equipo de gobierno, y luego una conferencia de prensa, de media hora, del señor Bush. También habrá visita al Canal y reuniones con líderes de la sociedad civil, una clínica de béisbol y la visita a un cementerio.
Desde luego, si el presidente de la superpotencia se desplaza a un país como el nuestro, asumimos que debe haber razones de mayor peso y contenido. El mar de fondo, tal vez está en la visita que nos hizo el Secretario de Defensa Runsfeld y en la del Director del FBI. Podríamos especular, pero no lo haremos. Sin embargo, avanzo que a nadie deberá sorprender que, en los próximos días escuchemos sobre "acciones conjuntas" para combatir el terrorismo, "fuerzas de desplazamiento rápido", combate del narcotráfico y del Darién. Después que oigamos al señor Bush, a lo mejor sabremos por dónde saltará la liebre.
Aclaraciones de nuestro gobierno, no espero ninguna.