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Se ha criticado mucho la labor de los relacionistas públicos de las instituciones del gobierno. Se han utilizado todo tipo de argumentos para lacerar la estima de quienes se dedican a la, no pocas veces, difícil tarea de divulgar las actividades realizadas por las entidades estatales. Es fácil hacerlo desde lejos, sin tomar en cuenta las dificultades que representa el impulsar y desarrollar imágenes en los medios de comunicación.
Sin embargo, el relacionista público se les ingenia y gracias al apoyo de los compañeros y amigos en los medios, logran vencer los grandes obstáculos de la falta de presupuesto y de las mismas posturas que mantienen en sus líneas editoriales los medios de comunicación.
La labor se hace mucho más difícil en democracia, donde el mejoramiento y la presentación de la noticia tiene que llenar requisitos para su publicación, sin entender algunos altos funcionarios que hay que desarrollar planes de trabajo con pocos recursos.
Si el funcionario no comprende que el relacionista público es el instrumento y no en sí la noticia, siempre se quejará y criticará la labor de su subalterno. La clase política tendrá que estudiar el mundo de la comunicación para que pueda entender su papel en una sociedad como la panameña y sobre todo el gran papel que juega el relacionista público en materia de divulgación. |
