Aviones de guerra estadounidenses lanzaron el sábado su ataque más intenso contra la línea del frente del Talibán al norte de Kabul, mientras Estados Unidos busca a los extremistas responsables de un ola de ataques con carbunco (anthrax en inglés) a través del correo.
En el frente doméstico, el gobierno estadounidense firmó una nueva ley antiterrorista y comenzó a almacenar medicinas para combatir los ataques biológicos, mientras buscaba, dentro del país y en el extranjero a los responsables de usar el sistema de correos para diseminar el carbunco.
Restando importancia a informes de que el foco de la búsqueda había cambiado, concentrándose en extremistas internos más que en Osama bin Laden -el principal sospechoso de actos globales de terrorismo-, un funcionario de la inteligencia estadounidense dijo que "no se ha alcanzado un conclusión definitiva".
"No creo que hemos descartado nada en este punto", declaró a Reuters, dejando abierta la posibilidad de que Bin Laden y su red Al Kaidah (La Base) -acusados de haber planeado los devastadores atentados suicidas del 11 de septiembre en Nueva York y Washington- puedan estar detrás de esos ataques biológicos.
Al movimiento del Talibán se le atribuyó un golpe a los esfuerzos de Washington por derrocar al gobierno de Afganistán, al capturar y ejecutar al líder de la oposición Abdul Haq. Una reunión de grupos de la oposición afgana, que debía realizarse en Ankara, Turquía, este fin de semana, fue postergada en medio de la agitación desatada por la muerte de Haq.
Sin embargo, la ofensiva militar estadounidense recibió otro impulso, con las noticias de que Rusia deseaba darle 40 tanques y 100 vehículos blindados a la opositora Alianza del Norte afgana y por el compromiso de la fuerzas terrestres británicas de proveer 200 infantes de la marina Real, expertos en guerra de montañas.
En el frente diplomático, Arabia Saudita, el principal aliado regional de Washington, que ha intentado distanciarse de la ofensiva en Afganistán, dijo que el Talibán era el principal responsable de la crisis en el país.
"No hay duda de que el liderazgo en Afganistán tiene la mayor parte de la responsabilidad", dijo en Riad el ministro saudita de Relaciones Exteriores, príncipe Saud al-Faisal. El primer ministro británico, Tony Blair, una figura clave en el fortalecimiento del respaldo a la guerra antiterrorista declarada por Bush tras los atentados, debe visitar Arabia Saudita el miércoles, indicó el sábado Tommy Franks, jefe del Comando.
"UNA DE LAS PEORES NOCHES"
En Afganistán, aviones estadounidenses iluminaron la noche de Kabul con al norte de la ciudad. Entre seis y siete explosiones estremecieron la ciudad al amanecer. "Fue una de las peores noches", dijo un residente refiriéndose al día 21 de los ataques estadounidenses y británicos en la búsqueda del extremista islámico de origen saudita Osama bin Laden.
Columnas de humo seguían emanando de un área de la Cruz Roja Internacional, cuyos almacenes fueron alcanzados el viernes por segunda vez desde que empezó la campaña militar liderada por Estados Unidos. Al norte de Kabul, aviones estadounidenses sobrevolaban en círculos por encima del alcance de las defensas antiaéreas, y lanzaban bombas y misiles contra las trincheras del Talibán y los emplazamientos de armas en lugares donde el movimiento extremista islámico enfrenta a la Alianza del Norte. "Este es el día de ataques aéreos más intensos en este frente hasta ahora", dijo el comandante de la oposición Mustafa.
Un funcionario del Talibán dijo el sábado que estaban persiguiendo a un hombre que viajaba con Haq, y que creían era un estadounidense. "El fue visto con Abdul Haq y hasta donde sabemos su nombre es Jamber Jihi", dijo a Reuters el portavoz del Ministerio de Información, Abdul Hanan Himat."Lo estamos buscando".
La misión de Haq era convencer a los líderes de la tribu Pashtun que apoyaran las acciones antitalibán y en favor del ex rey Zahir Shah, a quien Estados Unidos está promoviendo como figura central de un futuro gobierno afgano. Estados Unidos envió un avión espía no tripulado para salvar al veterano caudillo, que perdió un pie mientras combatía la ocupación afgana en la década del 80, pero Haq fue capturado mientras huía a caballo. Su muerte era "un gran fiasco para los planes de Estados Unidos en Afganistán", dijo Himat. Sin embargo, el gobernante militar de Pakistán, general Pervez Musharraf, restó importancia a la pérdida de Haq. "El no tenía mucho papel que jugar", afirmó. |