Un hecho macabro descubrieron algunas personas que fueron ayer al cementerio Monte Esperanza, cuando la tumba de Máximo Jordan Pacheco, de 22 años, fue profanada y sólo se observaba su cabeza.
La tumba de Jordan tenía toda la tierra afuera y sólo se veía adentro su cabeza, que fue golpeada por sujetos inescrupulosos.
Los familiares del joven que fue asesinado hace una semana, pidieron a las autoridades que se investiguen quiénes fueron los responsables de este hecho que llenó de más dolor a sus seres queridos.
Máximo fue asesinado de dos impactos de bala cuando jugaba fútbol en la cancha del corregimiento de Cativá ante la presencia de muchas otras personas.